viernes, 1 de agosto de 2014

* Elogio al Infierno de una Dama *


Empezamos con este humilde y desfachatado blog de una maldita vez. Hace mucho vengo meditando si tirarme el lance o no, bien, hoy es el día de empezar una pequeña historia de locuras, desvaríos mentales. 

Quiero abrir este blog como se debe, con un hermoso poema de Charles Bukowski, tan loable y áspero que me dan ganas de recitarlo en el banquito de una plaza.






ELOGIO AL INFIERNO DE UNA DAMA


Algunos perros que duermen a la noche 
deben soñar con huesos 

y yo recuerdo tus huesos 

en la carne 

o mejor 

en ese vestido verde oscuro 

y esos zapatos de taco alto 

negros y brillantes, 
siempre puteabas cuando 
estabas borracha, 
tu pelo se resbalaba de tu oreja 
querías explotar 
de lo que te atrapaba: 
recuerdos podridos de un 
pasado 
podrido, y 
al final 
escapaste 
muriendo, 
dejándome con el 
PRESENTE 
PODRIDO. 
hace 28 años 
que estás muerta 
y sin embargo te recuerdo 
mejor que a cualquiera 
de las otras 
fuiste la única 
que comprendió 
la futilidad del 
arreglo con la vida
las demás sólo estaban 
incómodas con 
segmentos triviales, 
criticaban 
absurdamente 
lo pequeñito: 
Jane, te 
asesinaron por saber
demasiado. 
vaya un trago 
por tus huesos 
con los que 
este viejo perro 
sueña
todavía.













¡OID MORTALES!




















































Limadita Bukowski




14 comentarios:

  1. Un buen comienzo...
    Que este blog logre lo que deseas, estoy contigo.
    Un abrazo.
    HD

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  2. Segundo y lo mismo. El poema me parece importante pero estoy seguro que los tuyos lo serán más y, francamente, los espero. Ánimo y a por todas. Un beso de entrada

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  3. justo estoy por leer mi primer libro de Bokoswski.... es de cuentos, no de poemas.... que bueno empezar un blog! por acá andaremos, salu2...

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    Respuestas
    1. Un grosos el tipo. Ojalá lo ames tanto como yo.
      Saludos.

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  4. Has empezado con garra..., que siga la fiesta! brindo por ello


    Ana

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  5. Qué genio, siempre tan ácido y quirúrgico, siempre tan rotundo como piedrazo en la nuca. Un abrazo.

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  6. Creo que llegué aquí para quedarme...

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